¿Qué ofrezco?

Ofrezco un hogar donde los niños tienen espacio y tiempo para realizar las actividades más importantes para ellos en estas edades, como correr, saltar, explorar, descubrir….en definitiva un juego libre, tratado como la actividad más importante para ellos, ya que ellos aprenden a través del juego. Su labor y su misión es jugar todo el tiempo necesario.

Para este juego libre, la mayoría de materiales disponibles son naturales, como piñas, telas, cacharritos de metal y de madera, muñecas hechas a mano, ceras y pinturas.…. Permitiendo así un contacto real con los materiales y un mayor desarrollo sensorial e imaginativo para el niño. De esta forma, lejos de la hiperestimulación, los niños son los protagonistas de sus juegos, ellos son los que saben que quieren hacer en cada momento. Por esta razón, siempre me mantendré al margen de sus juegos, involucrándome solo cuando vea necesario o surja algún conflicto, pero a la vez siempre atenta.

Los niños disponen del tiempo necesario para realizar sus actividades, en este hogar no hay prisas. Aunque si se marcan unas rutinas, para que los niños sepan que se hace en cada momento, esto les proporciona tranquilidad y seguridad.

Otra de las cosas importantes es que los niños aprenden por imitación, por ello considero de gran importancia mi función, ser consciente de lo que hago, digo y transmito en cada momento. Los niños serán y harán lo que ven en mí.

Mi trabajo se fundamente especialmente en la pedagogía Waldorf, la cual tiene como objetivo respetar el proceso madurativo de cada alumno y equilibrar y fomentar sus capacidades intelectivas, su sensibilidad artística y su fuerza de voluntad para conseguir una formación que le permita responder a los desafíos de la vida y para que aporte nuevas ideas y proyectos en la sociedad futura. Así pues esta pedagogía considera como esenciales durante los 6 primeros años de vida el desarrollo psicomotor, afectivo y creativo, por lo que se le da al niño el espacio y afecto necesario para este desarrollo. Es a partir de los 6 años, cuando se empieza a trabajar el ámbito intelectual. Respeta la individualidad de cada ser.

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